viernes, 12 de diciembre de 2008

de mi corta filiación partidista

Hace un poco más de un año decidí afiliarme al Polo Democrático Alternativo. Pensé que debería superera mi escepticismo en los partidos políticos y comprometerme un poco más con un proyecto político con el que me sentía medianamente identificada; total ya había votado por el Polo un par de veces, había celebrado la elección de Lucho para la alcaldía de Bogotá y en las elecciones presidenciales me emocioné y hasta lloré con el discurso de Carlos Gaviria en el que reconocía la derrota. Dijo esa noche citando a Borges que "la derrota tiene una dignidad que la ruidosa victoria no merece", lindo!... y dijo que los cuatro años que venían iban a servir para que el proyecto político del Polo se siguiera consolindando y así llegar más fuertes a las siguientes elecciones.

A comienzos del 2007 mi simpatía por el partido se hacía más fuerte, las intervenciones de Petro en el Senado sobre las Convivir y el paramilitarismo en Antioquia me parecían los más grandes actos de valentía y fueron la invitación final para unirme al Polo.

Después de ese momento de unión máxima con mi partido la desilusión empezó... Primero Samuel Moreno ganó la elección interna para la candidatura a la alcaldía. Eso lo superé, y hasta vote por él... Pero luego, vinieron las peleas internas, entre Gaviria y Lucho, entre Gaviria y Petro. Lucho mostró que, como lo dijo Antonio Caballero en una columna reciente, él es exclusivamente Luchista... Y ese ego enorme, enceguecedor en personajes que están al servicio público me empezó a hacer desconfiar profundamente de ellos.

Esta semana cualquier sospecha que pudiera tener en el partido se vió ampliamente sobrepasada por sus actos: El Polo le dio sus votos a Alejandro Ordoñez para la procuraduría! votaron por un señor que al mejor estilo nazi hace quemas de libros! Y Gustavo Petro justifica al partido diciendo que no se puede juzgar a nadie por sus convicciones religiosas o morales... Primero, no se trata de juzgar o no, y segundo ¿no son las convicciones religiosas y morales parte de una ideología? y ¿no es la ideología el fundamento de un partido político? yo así lo creía y en algún momento me sentí representada por un partido que defendía la pluralidad y la vida frente a un gobierno que en cada uno de sus actos la niega.

Es curioso que el gobierno haya empleado tantas artimañas, tantos trucos sucios para desprestigiar al Polo y al final de cuentas es el mismo Polo el más efectivo en desprestigiarse a sí mismo con actos como este.

***

Mis respetos a Jorge Enrique Robledo y Luis Carlos Avellaneda por haber ejercido la Objeción de Conciencia.



martes, 2 de diciembre de 2008

Berlín y yo

He de confesar que mi amor por Berlín es absolutamente condicional. En junio cuando llegué nos amábamos locamente, ella me daba días largos y soleados y yo andaba por sus calles en chanclas y faldita sin entender porque un día de febrero 10 años antes la había abandonado sin remordimiento alguno.
A finales de agosto la pasión continuaba y yo manejaba mi bicicleta por una ciudad verde como pocas. Salía a correr alrededor del canal y veía gente sentada haciendo música, otros oyéndola, algunos comiendo, otros hablando y oía español, turco, francés, polaco, italiano, inglés a lo largo de mi recorrido.
Sí, una de las mayores armas de seducción que tiene Berlín es Kreuzberg, mi barrio, barrio de inmigrantes. La mayoría turcos, pero en realidad se ve gente de todos lados, latinos, africanos, españoles y sí, uno que otro alemán. Es un barrio lleno de olores, colores y sonidos, donde la vida está más viva.
En septiembre los días se hicieron más cortos y fríos, algunos de ellos con lluvias, pero el naranja el rojo y el amarillo se empezaron a tomar las hojas de los árboles y así la ciudad con otra tonalidad me seguía seduciendo, mientras yo le juraba amor eterno.
Sin embargo, nuestra relación empezó a tambalear en octubre con cada árbol sin hojas que me encontraba a mi paso.
Al mes siguiente la pasión terminó apagándose complétamente con la ausencia definitiva del Sol y el descubrimiento de que la alegre multiculturalidad de mi barrio allí se queda, en mi barrio, pues en este país los inimigrantes seguimos siendo indeseables que usurpan oportunidades. Así, en noviembre, cuando empezaba a acostumbrarme a su cercanía tuve que despedirme de Nicole, mi amiga brasilera quien tuvo que irse "por su propia voluntad" antes de que la deportaran. Su esposo alemán se quedó aquí mientras termina este año laboral, luego se va a Brasil, de donde, dice él, espera no tener que volver en mucho tiempo. Berlín fue para él el escenario de la separación de su amor.
Ahora estoy superando esos momentos de profunda desilusión y desamor y ella, Berlín, hace intentos esporádicos de reconquistarme, como el día de mi cumpleaños en el que al amanecer me regaló mucha mucha nieve y después hizo que el Sol brillara para mí en un cielo muy azul... Entonces, durante esos cortos momentos en que el Sol brilla nuevamente, o en los que cae nieve vuelvo a enamorarme de esta ciudad y sonrío sabiendo que nuestro amor no es eterno.



domingo, 16 de noviembre de 2008

Sobre Las Uvas de la Ira

Hace unos días me ví Las Uvas de la Ira, película de John Ford basada en el libro de John Steinbeck.
Para mí fue imposible no trazar paralelos entre la historia que contaban, ambientada en la crisis del 29 en Estados Unidos, y la realidad colombiana actual. La historia comienza con el protagonista volviendo a su pueblo natal depués de pasar unos años en la prisión; cuando llega encuentra que el pueblo se ha convertido en un pueblo fantasma, todos sus habitantes fueron expulsados cuando el gobierno le dio a una compañía privada el derecho de explotar sus tierras...
Más adelante Tom Joad, el protagonista, encuentra a su familia y se van todos juntos desde Oklahoma hasta California con la esperanza de encontrar un trabajo allí. Sin embargo, al llegar ven que miles de familias tuvieron la misma idea, y que el paraíso laboral que esperaban no existe. No encuentran trabajo, no encuentran lugar para vivir y se refugian, como todos los demás, en campamentos a las afueras de la ciudad. Las empresas aprovechan la sobreoferta laboral para pagar salarios bajísimos y someten a los trabajadores a condiciones casi de esclavos. Así, organizaciones sindicales empiezan a surgir y los empresarios apoyados por la policía encarcelan o asesinan a los líderes de estas organizaciones.
Sí, sigo hablando de la película, no de la realidad nacional, pero ¿cuál es la diferencia? John Steinbeck escribió un pedacito de la historia gringa de los años veinte, pero la misma historia podría haber sucedido en Colombia en los años veinte, treinta, cuarenta, en el 2008...
¿hasta cuándo?



Aquí está la película por si alguien tiene ganas de deprimirse un rato
(está en inglés sin subtítulos)

http://video.google.es/videoplay?docid=-9022016584178907197&ei=hEwgScfxIIr82wLdn6n2Bg&q=grapes+of+warth

ausencia

Muchos meses de silencio... Siento que el tiempo que ha pasado han sido años enteros... ¡he vivido tantas cosas! ¡he viajado tanto!
El alma desconcertada trata de acomodarse mientras yo la sigo moviendo de un lado para otro, ocupándola con nuevos lugares, personas, sensaciones. Intento fallidamente que en algún giro, en algún cambio de rumbo tu ausencia quede atrás.
Viajo sola en un bus, en un tren, viajo sola y no lo estoy. A dondequiera que voy me acompaña el espacio vacío que dejaste a mi lado.


septiembre 16 de 2008

de magia negra

Estoy de nuevo en Bogotá, me fui hace sólo unos meses, camino por las calles habituales y es como si nunca me hubiera ido, ya no recuerdo si la última vez que entré a la tienda de la esquina fue ayer, hace una semana, o hace cuatro meses, da lo mismo, no alcancé a extrañarla. Parece que nada hubiera cambiado ¿qué podría cambiar en tan poco tiempo? Pero sí, creo que hay cosas que lo han hecho, así como mi percepción de ellas también lo hizo.

El primer semestre en los estudios de paz me llevó al ambiente más lleno de amor en el que me haya encontrado jamás. Fuí tan feliz que a veces sentía que no me cabía más felicidad en el cuerpo. También me permitió mirar a Colombia desde afuera. Desde lejos todo se veía totalmente absurdo. ¿En qué clase de país las tierras destinadas a los desplazados se le conceden a una empresa privada? ¿Cómo puede sostenerse un gobierno en el poder cuando gran parte de sus miembros enfrentan juicios por sus vínculos con los paramilitares? Trataba de explicarles a mis compañeros la situación colombiana, yo lo contaba con toda la naturalidad de quien cuenta una vieja y conocida historia, mientras que sus caras de estupefacción me mostraban que en realidad es terrible lo que pasa aquí.

Ahora, después de la distancia tomada, estar aquí de nuevo me ha hecho sentir abrumada por la realidad, una realidad que se sigue degradando cuando yo pensaba que ya no se podía degradar más. De diciembre a abril el odio se terminó de acomodar en el país. Hace unos años que Colombia se viene polarizando, creo que ya hemos alcanzado el punto máximo, Sólo hace falta ver los comentarios de la gente en la radio o en los artículos de opinión de la prensa en internet. Se le está deseando siempre la muerte al contrario… Ahora la muerte produce felicidades, se recompensan asesinatos y se celebra. Este gobierno ha sido absolutamente exitoso en su difusión del odio.

En medio de los estudios de paz me encontré con el libro Los Cuatro Acuerdos, de Miguel Ruíz. El primero de los cuatro acuerdos es "Sé impecable con tus palabras" y dice:

Las palabras son la herramienta más poderosa que tienes como ser humano, el instrumento de la magia. Pero son como una espada de doble filo: pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea. Uno de los filos es el uso erróneo de las palabras, que crea un Infierno en vida. El otro es la impecabilidad de las palabras, que sólo engendrará belleza, amor y el Cielo en la Tierra.

Según cómo las utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán aún más de lo que imaginas. Toda la magia que posees se basa en tus palabras. Son pura magia, y si las utilizas mal, se convierten en magia negra. Esta magia es tan poderosa, que una sola palabra puede cambiar una vida o destruir a millones de personas. Hace años, en Alemania, mediante el uso de las palabras, un hombre manipuló a un país entero de gente muy inteligente. Los llevó a una guerra mundial sólo con el poder de sus palabras. Convenció a otros para que cometieran los más atroces actos de violencia. Activó el miedo de la gente, y de pronto, como una gran explosión, empezaron las matanzas y el mundo estalló en guerra. En todo el planeta los seres humanos han destruido a otros seres humanos porque tenían miedo.



abril 8 de 2008

Yéndome

Llevo media hora en la sala de espera y no pasa nada. Estoy anestesiada por el vino, tengo los sentimientos en suspenso. Sólo miro a la gente y trato de imaginarme por qué se van.

Es terrible como en estos viajes empiezo a dudar de todo el mundo: este tiene cara de mula, esta debió ser víctima de la trata de blancas… Dudo hasta de mí, me pongo nerviosa cada vez que me revisan la maleta, no se qué pasa pero siempre pienso en lo que voy a hacer en el momento en que la policía descubra la ilegalidad en mí. Hay una señora humildísima de mínimo setenta y cinco años, el agente antinarcóticos le pide que lo acompañe para una prueba de rayos X. A los diez minutos vuelven y ella se sienta.En los aeropuertos la inocencia más pura es sospechosa.

Lo miro todo como no estando. No me siento en ningún lado. No sé a dónde voy y no quiero saber lo que estoy dejando. ¿Bogotá? ¿familia? ¿amigos?. Por ahora dejo a un lado su significado total, el que me llena el corazón siempre. Necesito el vacío.


diciembre 26 de 2007

empezando a extrañar

Una de las cosas que puede alegrarme la vida es caminar por la mitad de una calle, me siento absolutamente ligera, plena. Ayer tuve media hora de plenitud: anduve por toda la 15 desde la 116 hasta la 80. Había ciclovía nocturna, y las calles se llenaron de familias enteras paseando, niños corriendo por todo lado, de grupos de parranda itinerante que llevaban su propia música, cerveza y aguardiente mientras recorrían la ciudad. Me topé también con personas repartidoras de besos y abrazos gratis y con otras dedicadas a hacer aeróbicos mientras los que pasaban al lado se reían de semejante entusiasmo deportivo. Caminé media hora entre los olores de la mazorca asada, de las arepas, pinchos y chorizos, y no supe porqué me estoy yendo siempre de Bogotá si soy tan feliz aquí.


diciembre 14 de 2007

Francisco

Duelen tus sueños rotos

Duele tu tristeza


Duele y quema la rabia por la injusticia


Duele tu decisión y duele no haber hecho nada para evitarla


Duele

Se desgarra el alma entera por tu ausencia


diciembre 5 de 2007

De la felicidad Colombiana

Desde hace más o menos un año me siento asediada por una campaña que me quiere convencer de lo felices que somos los colombianos. La primera vez que oí algo al respecto decían que, según un estudio realizado en 112 países, Colombia era el más feliz de todos. El estudio medía la felicidad por la capacidad de sus habitantes de disfrutar la vida. Y sí, la verdad es que sí, este es un país alegre y parrandero.Y tras escuchar la noticia me quedé muy satisfecha de nuestro pequeño triunfo.

A los seis meses tuve una desagradable sorpresa: resulta que otro estudio determinó que no era cierto que fuéramos el país más feliz, que muchos otros países europeos y unos cuantos latinoamericanos estaban por delante de nosotros. Esta nueva posición se debía a que se tomaban indicadores de calidad de vida, y competir con Islandia o Suecia era imposible. Ahí pensé que claro, que era mucho más acertado este estudio porque ¿cómo ser feliz en medio de la pobreza? Aquí mucha gente lo logra y sigue gozandose la vida a pesar de todo, pero sería mejor gozarse la vida sin tener que preocuparse por como sobrevivir día tras día. Tuve que aceptar que así no era posible estar en el Top Ten de la felicidad mundial.

Sin embargo, ayer una nueva noticia sobre nuestro estado de felicidad llegó a mis oídos: ahora resulta que no somos el país más feliz del mundo pero sí el de Latinoamérica. Estos resultados, decía la periodista, se deben a que los encuestados afirmaron que "ahora hay más oportunidades laborales y el país está mejor que hace 5 años". Y pensé en lo paradójico que es que nos digan los felices que somos justo el día que las familias de cientos de secuestrados están sufriendo de nuevo la desilusión de un acuerdo humanitario fallido por las ambiciones de nuestro presidente… Me gustaría saber a quiénes encuestaron para determinar lo felices que somos. Supongo que a los mismos que llaman a las emisoras a decir " ¡adelante señor presidente!¡Hizo lo mejor por la soberanía del país!", y entonces ya no sé si somos los más felices o los más conformistas, los más egoístas, los más idiotas…


noviembre 23 de 2007

Mi memoria

Con el tiempo su rostro se me ha ido olvidando y cuando busco una foto para intentar recordarlo, la imagen que veo no concuerda con aquella difusa que estaba en mi cabeza. Ese momento, esa sonrisa que yo misma capturé aparecen ahora ¡tan lejanos! ¡tan ajenos!
Mi tacto y mi olfato lo recuerdan mejor. Si cierro los ojos puedo sentir nuevamente la textura de su piel y toco unas formas indudablemente suyas. Siento ese olor que a veces, por un segundo, creo descubrir en alguien que pasa junto a mi en la calle, pero no, ese olor es sólamente de él. Y sí, algunos días, sin que él lo alcance a notar, se le escapa por un momento y llega a mí cada vez que lo extraño.
Así es mi memoria, va por la vida creándome refugios, almacenando las sensaciones táctiles y olfativas de mis felicidades.


octubre 1 de 2007

Mentiras perversas

Rodearme de los altos mandos de este país ha sido una de las experiencias más desagradables de mi vida. Los ví la semana pasada en un congreso sobre desplazamiento forzado y en un foro acerca de los derechos de las víctimas sobre las tierras que les quitaron los paramilitares.

Fueron dos días consecutivos de escuchar una mentira tras otra; decían: "los desplazados sólo tienen que registarse e inmediatamente reciben la atención del Estado", y en mi cabeza se oía un: ESO ES... MENTIRA. "El Estado garantiza el retorno de los desplazados a su tierra", ESO ES... MENTIRA. "Gracias a la política de seguridad democrática hay 43.000 personas armadas menos en el país", ESO ES... MENTIRA. y así iban construyendo sus discursos poniendo una mentira sobre la otra.

Había tres tipos de funcionarios y no sé cuál de todos es peor: los que engañan y son plenamente conscientes de que lo están haciendo; los que engañan porque son incapaces de ver el mundo más allá de sus cifras y creen en una realidad inexistente; y los muy muy idiotas
que no alcanzan a entender mínimamente la situación nacional y leen discursos sin saber lo que están diciendo, sin medir la incoherencia y la capacidad de ofender de sus palabras.
Dentro de este último grupo estaría el vicepresidente quien empezó su discurso diciendo " Un día llegó a mi oficina un italiano que había trabajado en Darfur y me preguntó que dónde estaban las carpas, yo le pregunté que cuáles carpas y él me dijo, pues las de los refugiados! Tuve que contestarle que no, que aquí la situación no es de esas dimensiones"...

A mí se me revolvía el estómago de la indignación, de la rabia, de la impotencia. Pero yo tengo casa, tengo una cama muy cómoda a la cual llegar todas las noches y no he pasado hambre ni un sólo día de mi vida. No me alcanzo a imaginar lo que sentían las decenas de desplazados que estuvieron dos días enteros escuchando sobre lo favorable de su situación en el mundo paralelo de los funcionarios públicos, cuando en la realidad puede que no duerman en carpas, es verdad, pero sí en la calle.


julio 29 de 2007

De lo que ví en Puerto Escondido

ellos y nosotros

Me dijo hoy Luis Gerardo, un compañero del trabajo que es de Palenque de San Basilio

Aquí la gente planifica todo, parece que eso la hace sentir más traqnuila. Nosotros los hombres de mar no somos así, nosotros somos tan inmensos y amplios como el mismo mar. Allá los hombres no nacemos para algo, aquí se aferran a todo, a la profesión, a la familia, a lo material. A nosotros, en cambio, parece que nos dijeran desde que nacemos: Ahí está el mundo ¡Tómenselo! Vívanlo, disfrútenlo porque es un instante, veinte años, cincuenta años, una vida... es un instante.


julio de 2007


Saramago

Gracias a Álvaro el lunes tuve la fortuna de ver a José Saramago ¡Que placer oir hablar a este señor! Va liberando una mezcla de humor, dulzura y lucidez en cada cosa que dice.

Aunque aseguró que no le gustaban las frases, esas que alguien algún día escribió y luego son citadas, él mismo fue llenando la noche de frases maravillosas.

"El otro existe soy yo mismo" dijo mientras hablaba de la situación de los inmigrantes africanos en España.

Luego habló sobre este mundo cada vez más injusto, donde las organizaciones que dictan la política mundial, FMI, Banco Mundial, son las más antidemocráticas y dijo que él no veía solución para esto, que no encuentra ideas que puedan revertirlo, pero aclaró "yo no soy pesismista, es el mundo el que está pésimo"...

Leyó también unas cuantas frases de sus libros, entre ellas una preciosa de El Evangelio según Jesucristo; Jesús se tiene que marchar María Magdalena quiere ir con él pero no puede ella le dice que entonces seguirá su sombra y él le respone "quiero estar donde esté mi sombra si es allí donde están tus ojos".

Fueron tantas las palabras bonitas! pero así es la memoria de selectiva y por algún motivo fueron estas las que se me quedaron grabadas...

Una última: "la felicidad no, la caricia de la felicidad".


julio 15 de 2007

Puerto Escondido

Hace dos semanas estuve en Puerto Escondido, Córdoba, en el festival del bullerengue, llevo dos semanas en Bogotá pero creo que en realidad todavía no he llegado. Mi cabeza tiene una emisora interna que transmite una canción de bullerengue tras otra, "déjala di, déjalaaa que se vaya...." y sigue "si se quema el monte déjalo quemaaa" y voy en el bus y estoy en una reunión en mi nuevo trabajo y yo sólo oigo "déjala llorar déjala que llore porque si ella es buena caramba algún día se viene"... Y si dejo ir la mente por su cuenta llega el sonido del mar, el canto nocturno de las ranas y veo muchísimos colores y flores en los vestidos de las bullerengueras y cielos estrellados, y, y, y ... Fueron tres días en los que los sentidos no tuvieron descanso, tenían que estar alerta todo el tiempo para no dejar escapar nada, eran demsiadas cosas nuevas que aprehender, demasiada belleza alrededor.

Puerto Escondido vive el año entero esperando el festival, igual que las cantaoras que llevan veinte años yendo cada año a participar. Son señoras de 70, 80 años, doña Martina tiene 92 y van allí a tener sus tres días de gloria, a cantar en frente de cientos de personas, a olvidarse por un momento que el resto del año tienen que luchar día tras día para sobrevivir, para tener algo que comer, para que las atiendan en un hospital. Por tres días son el centro de la admiración, no hay nadie más importante que ellas.

Por eso la intesidad de esos días porque se concentran ahí tantos sueños!

El lunes después del festival el pueblo es un pueblo fantasma, Puerto Escondido se vuelve a esconder y se respira pura nostalgia. Urian dijo que no conoce a nadie que haya ido y no haya regresado al año siguiente, le creo, es inevitable querer regresar a donde se ha sido tan feliz.

julio de 2007

rabias y tristezas

Me horroriza la forma en que el gobierno ayudado por los medios de comunicación instrumenmtaliza las tragedias. No soporto que en este país unas vidas valgan más que otras, unos muertos valen dían enteros de titulares en periódicos, fingidas caras trágicas en los noticieros día tras día, mientras que de cientos de muertes nunca se habla porque quien hable de ellas es terrorista.

La semana pasada la guerrilla comunicó que en medio de un combate con el ejército murieron once diputados que estaban secuestrados hace 5 años. El gobierno dijo que no era cierto, que no hubo ningún combate y que la guerrilla los había asesinado porque sí. Nunca se va a saber qué pasó realmente, puede ser cierta cualquiera de las dos versiones, puede que ninguna lo sea.

Estas muertes conmovieron a todo el país y es que éstas son de las del primer tipo, a las que sí se le hace duelo. Y no es que a mi no me duelan, porque es terrible! No quiero imaginarme el dolor de las familias que esperaron en vano su liberación durante cinco años, pero me duelen tanto como las de las miles de víctimas de los paramilitares, las que nadie ha llorado.


julio 7 de 2007

Angostura


Siempre me ha causado curiosidad saber cómo es la vida de las personas que viven en esas casitas al lado de la carretera. Esas que son una única casa sin nada cerca,sólo montañas y carretera ¿Quiénes serán? ¿De qué vivirán? ¿Con quién hablarán? Los veo como lugares de quietud, puntos detenidos en el tiempo justo al lado de donde todo pasa, carros, buses, vidas.

Hay lugares tan mágicos, tan llenos de encanto que es difícil creer que existan; cuesta ubicarlos en este mundo, como esas casitas de las carreteras, como Angostura.

Hace más o menos cincuenta años una pelea de gallos en Hatonuevo se convirtió en una pelea entre sus dueños y terminó con la muerte de uno de estos. El sobreviviente huyó del pueblo, agarró el camino de la Sierra, subió y subió hasta llegar a la cima de una montaña y allí se quedó. Pasados diez años abajo, en Hatonuevo, decidieron que ya había sido suficiente tiempo de exilio y un grupo de familiares fue a buscar al fugitivo para comunicarle que ya podía regresar. Llegaron allí y cumplieron su cometido pero el fugitivo estaba ya feliz en la Sierra y no tenía intenciones de volver. Tras escuchar la negativa, el grupo se disponía a tomar camino nuevamente cuando empezó a llover torrencialmente por lo que todos corrieron a refugiarse en la solitaria casita de la cima de la montaña. Estando allí todos apretados unos contra otros, alguien exclamó "¡uy! ¡Qué angostura!" Pasada la lluvia unos volvieron a Hatonuevo, pero otros tantos decidieron quedarse.


Para ir hoy a Angostura hay que tener muchas ganas de llegar, de lo contrario el camino de hora y media lleno de piedras y lodo y, más tarde, la espesísima niebla pueden llevar a desistir a las voluntades más débiles. Sin embargo, para los que deciden continuar y se encuentran con las bandadas de libélulas y sobrepasan la niebla y ven aparecer el sol en el momento menos esperado, es evidente que ese camino hace parte de la magia del lugar.



El pueblo tiene ocho, diez casas hechas con pedazos de madera y de latas ocupadas por una sola gran familia que gira en torno a la Mami, una señora de más o menos cuarenta años con tres hijas, tres yernos, doce nietos y unos cuantos sobrinos y sobrinas con sus respectivas familias. Todos son negros y todos son de una belleza y gracia abrumadora, la cual sale a relucir en todo su esplendor a la hora de la parranda, porque aunque allí todos son agricultores para sobrevivir, son vallenateros para vivir. Motivos para festejar siempre existen: una visita, la víspera del día de la madre, el día de la madre, en fin… y entonces al calor de unos chirrinches* sacan acordeones, cajas, guacharacas y uno por uno van cantando vallenatos propios y ajenos con todo el sentimiento.


La noche que yo estuve hubo parranda, por supuesto, y allí, a un ladito en la casa de la Mami, un gato dormía sobre el lomo de un perro que hacía lo mismo, "eso es Angostura…" me dijo Gonzalo. Pura magia.



* El chirrinche es una bebida alcohólica, un destilado de la caña muy popular en la zona más norte del Caribe Colombiano.


mayo de 2007

Colombia

Viajar por tierra en este país es tomar conciencia de que estamos en un país en guerra. Los retenes militares se repiten a lo largo de kilómetros y kilómetors por las carreteras principales para orgullo del presidente.

La presencia estatal que se muestra tan imponente allí desaparece súbitamente al tomar algún desvío, al adentrarse por un camino de tierra y llegar a un pueblo donde recién hoy, mayo de 2007, está llegando el agua, y no precisamente por iniciativa gubernamental.

No se supo dónde estaba el Estado en los años pasados cuando por los lados del río Ranchería guerrilla y paramilitares asesinaban, desplazaban y secuestraban imponiendo su propia ley.

Ahora se está construyendo allí la Represa del río Ranchería, un megaproyecto que tiene como objetivo alimentar canales de riego para planataciones de palma africana y sí, también para surtir de agua a dos o tres municipios aledaños.

Antes de llegar hay que sortear dos retenes del ejército, bajarse del carro, decir mil veces por qué se está allí, identificarse, esperar que llamen y corroboren los datos, y finalmente seguir sintiendo la vigilancia permante.
Mientras se va por el camino que bordea la futura represa aparecen cada tanto carteles díficiles de comprender "PROPIEDAD ESTATAL. NO PASE". ¿No es el Estado de todos? ¿Por qué no se puede pasar a un lugar público?

Hace tres años que se puso en marcha este proyecto. El lugar es maravilloso, al rededor sólo se ve la Sierra* verde, muy verde y en medio de eso una montaña entera cortada a la mitad y un tubo enorme de concreto que la atraviesa. Ese es sólo el comienzo de la obra. Al lado aparece otro cartel inexplicable, un mal chiste "CUIDE LA NATURALEZA".




* La Sierra Nevada de Santa Marta es una cadena montañosa ubicada en el norte de Colombia. Es habitada por cinco grupos indígenas diferentes. Para todos ellos la Sierra es territorio sagrado.


mayo de 2007

Santa Marta

Siempre me gustó Santa Marta y aunque todas las veces que fui se tratara de pasos fugaces hacia el Tayrona terminaba saliendo de ella con la sensación de quererme quedar por un tiempo más, intuyendo que si algún día tuviera que vivir en un lugar diferente a Bogotá ese sería Santa Marta.

Esta vez la estadía fue igualmente corta pero viví la ciudad de una manera muy diferente, sin el afán de conocer terminé conociéndola mucho más que en los viajes pasados. Un día hablando con un par de samarios, Oliverio del Villar y su hijo Hernando, hizo toda la diferencia. Entre más viajo y más conozco más me convenzo de que lo realmente maravilloso de un lugar son los encuentros con la gente que este posibilita.

Oliverio es un personaje mítico de la ciudad Todo el mundo lo conoce y él, por supuesto, conoce a todo el mundo. Se declara fidelista, chavista y moralista… de los de Evo! En una noche en la que cocinó para nosotros su legendaria receta Pargo Promiscuo, porque es chef además de poeta y ex-guerrillero, nos contó en un monólogo de cuatro horas miles de sus aventuras junto a la más variada selección de personajes en la que se juntaban Poncho Rentería Fidel y el Ché.


(Oliverio cocinanado y yo de ayudante)

Hernando tiene también gracia para hablar como su padre, se mueve por Santa Marta con desenvoltura manejando a la perfección el para mí inescrutable código de pitazos, el cual permite que en el medio del caos vehicular no haya un accidente en cada cruce. Tres pitazos seguidos son "ahí voy", uno sólo significa algo más y dos también pero mi mente cachaca no me permitió entender qué. Mientras vamos al mercado nos habla de su proyecto de hacer casas ecológicas, de cómo en la Costa si hablas de ecología es que eres un marica, de sus compañeros de colegio que pagaban para que les hicieran los trabajos y ahora son Senadores de la República. Se interrumpe de vez en cuando para hacer de guía, nos cuenta en qué zona de la ciudad estamos y continúa "Santa Marta me gusta porque aquí está todo por hacer, no como Cartagena que es un huequito amurallado donde quinientos años después todavía hay esclavitud".

La Costa es definitivamente otro mundo, un cachaco allí es casi tan extranjero como un gringo, así imágenes usuales para cualquier costeño me maravillaban todo el tiempo, el Old Parr exhibido en los escaparates forrados en espejo puestos en la mitad de las calles de San Andresito, las ollas enormes llenas de sancocho en restaurantes improvisados al frente de cualquier casa, las conversaciones entre amigos que más parecían las más encarnadas discusiones. El paso por Santa Marta fue tan sólo el inicio de una semana de descubrimiento de ese otro país.


mayo de 2007

del silencio

Siguió la lluvia por esta ciudad y yo me voy acoplando de a pocos a mi sombrilla amarilla...

No sé por qué estoy en etapa de silencio... no encuentro nada qué piense que valga la pena ser escrito... se me pasó la euforia de estar en Bogotá, la euforia del año nuevo, la lluvia reemplazó los días de sol y yo comencé a ver lo cotidiano sin realmente verlo...

esperemos que la magia de las pequeñas cosas se me aparezca nuevamente...

por ahora un beso para todos


mayo 4 de 2007

días de lluvia


Hace unas semanas que día tras día llueve en Bogotá. Los días amanecen nublados, a las nueve de la mañana más o menos aparece un sol incipiente que alcanza a ilusionar con una mejoría del clima a los más ingenuos, pero hacia medio día las nubes se apoderan del cielo bogotano y finalmente a las dos de la tarde empieza el aguacero.

Caminar por las calles llenas de transeúntes con paraguas que tratan de ir cada uno más rápido que el otro es de las cosas que se me dificultan en esta vida. Intentar ser un solo cuerpo con mi sombrilla sencillamente no se me da, yo lo trato pero nunca sé medir bien su tamaño y termino chocándome con todo aquel que pase ligeramente cerca de mío.

Esa es sólo la menor de las razones por las cuales no me gusta Bogotá con lluvia, la mayor es que mi ánimo es directamente proporcional a la cantidad de sol que veo y recibo. A estas alturas de la vida debería saber que el gris es un acompañante usual de esta ciudad y que los días de verano, cada vez más calurosos, son sólo un engaño del desorden climático. Pero no, nunca me bastan enero y febrero y siempre me quedo esperando que el abril lluvias mil no se cumpla este año.


abril de 2007

El mejor piropo

Me dijeron ayer:

Yo no soy politólogo pero te voy a hacer campaña toda la noche


marzo 25 de 2008

más de buses

Ayer en el bus yendo para el centro conocí a una señora absolutamente encantadora. Me senté a su lado y de la nada comenzó a hablarme, de los buses, de lo que sonaba en la radio, de repente ya me estaba contando retazos múltiples de toda su vida ¡que vida! Nació en Girardot, un pueblo, ahora con aspiraciones de ciudad, que queda más o menos a dos horas y media de Bogotá. La mamá era partera. Una vez cuando su mamá salió corriendo ante un llamado laboral, como siempre de urgencia, ella se fue detrás sin que la viera, esperó que entrara a la casa, agarró una escalera y se subió hasta el último escalón a esperar que llegara la cigueña. En el techo había un hueco desde el cual podía ver a la señora echada en la cama doblándose del dolor y a su mamá haciendo cosas que no entendía, mientras tanto ella seguía pendiente de la cigueña que no llegaba. Así estaban las cosas cuando en medio de un grito de dolor vió como su mamá le sacaba un niño de entre las piernas a la señora, fue tanta la impresión que olvidándose que estaba en el techo de la casa intentó salir corriendo, se cayó y se rompió una pierna en tres pedazos. Desde ese día le tiene pánico a las alturas, así como le tiene pánico hasta a las bicletas desde que a los 14 años se estrelló en una motó.
Me contó también que hace ya varios años decidió con su esposo venir a la capital para buscar más y mejores oportunidades para ellos y para sus, entonces, cuatro hijos, ahora cinco. Recién llegaron a Bogotá ella estuvo cinco años trabajando en un semáforo vendiendo cigarrillos, dulces, papas, chicles, charmes... "eso era muy duro porque usted tenía que ser muy rápido cuando cambiaba a rojo para ir ofrecer vender, recibir la plata y dar las vueltas... y eso algunas personas se aprovechaban y le daban a uno billetes falsos!" Ahora ya no, "¡yo soy berraca pa los negocios y ahora trabajo con repuestos de carros y yo hago instalaciones eléctricas y de plumillas y todo!"
En una época también trabajó en las Fiestas del Turismo en Girardot vendiendo cerveza en la calle, pero ya no "hay que dejarle el trabajo a los que lo necesiten más. No hay que avariciar porque mi Dios está ahí arriba mirando todo. A mí me da mucho pesar la gente que sufre, si viera el día que sacaron a Cachirulo del Desafío (un reality show tipo Survivor) eso lloré! porque es que él iba allá con un objetivo, iba por un sueño! pero Dios quiera que ahora la gente lo ayude, porque tiene dos hijos enfermitos! Yo esta tarde voy a ver si voy al banco y le consigno en esa cuenta que dieron en televisión aunque sea 50.000 pesitos (25 dólares)."
Y me quedé pensando que yo nunca he sido tan buena, ni tan solidaria como la señora que vendía en el semáforo. También pensé que no sé si este Cachirulo se merezca la platica de la señora, y en todo caso debería ser el Gobierno el que le pagara las operaciones de sus hijos enfermos... y finalmente que que mierda de televión que mueve las sensibilidades de los más pobres y se hacen cada vez más ricos gracias a ellos.
Y después de sufrir un rato por las injusticias de este país, seguí oyendo a la señora contándome de su papá y sus amores.

marzo 22 de 2007

cosas que me indignan

No quiero ser radical, pero ¡cómo molesta la riqueza en un país donde tanta gente no tiene con qué comer! y ¡cómo me molesta la ignorancia de la riqueza!

No soporto oír una vez más el único argumento de los uribistas para defender al presidente "¡es que ahora se puede andar por las carreteras del país!"

No puedo creer escuchar frases como esta "si Lucho* quiere combatir el hambre y la pobreza ¿me quieres decir entonces por qué pone carísimos todos los parquederos de la ciudad?"

demasiado... demasiado para mí...

* Alcalde de Bogotá


marzo 6 de 2007

hoy soy cursi

El fin de semana estuve en el matrimonio de Angie, una de mis amigas del alma y ahora estoy en un estado de ánimo enamoradizo, más del que es costumbre en mí.

El matrimonio o Rito del Encuentro Amoroso de Angelita y Holger, como lo llamó el cura, fue lindísimo, estábamos en una finca preciosa en Montenegro, Quindío, ellos dos estaban radiantes y todos los invitados nos dejamos contagiar de esa felicidad y de ese amor que rondaba en el ambiente, era como estar respirando perfume de fresias todo el tiempo.

Justo en el matrimonio alguien me dijo "me gusta El Amor en los Tiempos del Cólera porque cada vez que lo leo siento que estoy enamorado". Fue precisamente esa la sensación del fin de semana.


marzo 6 de 2007

de buses

Hay algunas cosas de Bogotá a las cuales es más difícil adaptarse que a otras, el insoportable tráfico es una de ellas, el ver pasar tanto tiempo de la vida sentado dentro de un bus.


Antes intentaba leer y abstraerme en esos momentos propensos al desespero hasta para los màs pacientes, pero es que tratar de fijar la vista en las palabras entre cada impetuosa frenada y arrancada del conductor no era tarea fácil y ademàs llegaba a mi destino mareada y con un dolor de cabeza que me duraba el resto del día. Por eso ahora me dedico oir y cantar vallenatos, a mirar por la ventana, a la gente que se sube al bus, a escuchar las conversaciones de las personas de al lado... y resulta que casi siempre en cada viaje pasa algo digno de ser contado, una situación, una conversación, algo.

Voy en el bus, estamos en el trancón acostumbrado, afuera está parado con su guitarra un señor de unos 45 años, tiene un pantalón de paño gris y un saco rojo ambos muy grandes para su escasa figura, el pelo correctísismamente peinado hacia atrás y usa unas gafas rendondas chiquitas que le dan cierto aire intelectual. Ahí está él analizando cuál va a ser el próximo bus en el que va a cantar, los mira a todos detenidamente, hay tiempo, la fila de carros y carros no se mueve. Finalmente fija la vista en el bus en el que voy yo, tiene un número considerable de pasajeros y lleva la puerta abierta ¡es el blanco perfecto! Agarra su guitarra, corre hacia él con emoción y cuando está justo a punto de subirse ve como el chofer le cierra la puerta en la cara. Baja su cabeza y se va caminando despacito despacito, la ropa parece quedarle más grande que antes, todo él es la imagen de la desilusión. ¿Cuántas veces al día tendrá que sobreponerse a las puertas cerradas? ¿Cuántas veces al día se ilusionará y desilusionará?

¡Que sentimiento más terrible es la desilusión!

...Como Amelie hecha agua...


febrero 28 de 2007

Viviendo en Bogotá


Hace algo más de un mes que estoy acomodándome a Bogotá. Al principio el miedo de haber vuelto me paralizó, ahora estoy feliz de estar aquí, siento que no me quiero ir para ningún lado en mucho mucho tiempo. Estoy en mi lugar. Estoy disfrutando de mis pequeños placeres bogotanos.

Ir caminando por ahí alzar la vista y ver las montañas, ver Monserrate

Comer mango biche en cualquier calle.

Ver la luz naranja de las cinco de la tarde sobre los edificios de ladrillo.

Caminar por la séptima, por el parque Nacional, el de la Independencia, pasar por al frente de la Florida y morirme de ganas por tomarme un chocolate y comerme un tamal, llegar a La Candelaria.

Es lindo estar en una ciudad donde a cada paso me tropiezo con el recuerdo de alguien, de algún momento vivido.

Me gusta no ser más una extranjera.


abril 5 de 2007

costos por recorridos

Hace rato prometí que iba poner aquí los costos de cada uno de los buses en los que me subí durante todo el recorrido. Los escribo en dólares porque así es más fácil para todo el mundo

Buenos Aires- Santiago $50

(el trayecto fue en avion por esos dias Gol tenia promociones y costaba lo mismo irse en avion que en bus por lo que hay que sumarle el impuesto de salida

$18

Santiago -Viña del Mar $7.5o

Viña del Mar- Arica $60

Arica- Tacna (taxi compartido) $6

Tacna-Lima $32

Lima-Tumbes $36

Tumbes- Huaquilla (taxi ida y vuelta que lleva hasta el la inmigración ecuatoriana) $3

Huaquilla- Quito $10

Quito-Tulcán $4.50

Tulcán- Rumichaca (taxi compartido entre 4) $0.75

Rumichaca- Ipiales (taxi compartido) $0.62

Ipiales-Cali $19

Cali-Bogotá $25

Bueno espero que esto le sea últil a alguien que tenga ganas de darse un paseíto suramericano ojalá con más calma que el mio.

besos


febrero 15 de 2007

de mi amigo de la fila

Después de mi mala experiencia en la frontera pasada no tenía ganas de pasar por un susto igual por lo que a pesar de mi aversión por los fanáticos religiosos me uní a unos Testigos de Jehová para irnos juntos en el taxi de Tulcán a Rumichaca. Por lo menos estaba segura de que ellos no me iban a robar.

En Rumichaca haciendo la fila para sellar en el pasaporte la salida de Ecuador conocí a un señor pastuso encantador. A él le doy mis públicas disculpas por las incongruencias que pueda encontrar entre lo que el conté y lo que leyó aquí. Cuando lo conocí no tenía muchas ganas de contar los detalles del viaje así que el dije unas cuantas mentiras... Pero le dí esta dirección para que pudiera leerme y darse cuenta de lo mentirosa que fuí.

No sé por qué no quería hablar del viaje pero sí le hablé de un montón de cosas más de mi vida, como de mi eterna crisis existencial que me hace pasar de estudiar ciencia política a estudiar cocina. Fue muy gracioso porque cuando le dije eso me miró como diciendo "esta loca!" y me contó la historia de su tío:

- Era seminarista, un día se fue para Chile, se enamoró de una chilena y además descubrió que lo suyo era la revolución. Se devolvió para Colombia y estudió ciencia política... ¡No! ¡Es que definitivamente ustedes los de ciencia política tienen una estructura mental diferente!

¿ Cómo se toma uno ese comentario? Cuando digo que estudié ciencia política el comentario usual es "y qué es eso?" o "ahh... política" y lo miran a uno con desconfianza ... Ahora me cuido mucho de decir qué estudié, dependiendo del interlocutor saco a relucir una carrera o la otra. Pero este comentario del compañero de fila pastuso es el mejor que me han hecho! No supe si sentirme ofendida o qué, porque cuando yo digo que alguien tiene una estructura mental diferente es para referirme a alguien muy loco. Finalmente me reí y acepté que tenía razón, no está muy cuerdo el que decide estudiar Ciencia Política.


diciembre 31 de 2007

Ecuador a las carreras

De Ecuador conocí únicamente las carreteras. En un poco más de venticuatro horas entré a Huaquillas y salí de Tulcán.

El viaje de sur a norte del país debería ser más corto, pero me ví atrapada en tres paros. Yo siempre me maravillé de la capacidad de los indígenas y campesinos ecuatorianos para inmovilizar el país, para hacerse escuchar, para botar presidentes. Tal sentimiento de solidaridad y admiración me duró exáctamente hasta el momento en el que tuve que soportar horas enteras en el bus más incómodo y sucio de todo el viaje, aguantando un calor infernal, y con la angustia de no alcanzar a llegar para navidad a Colombia. Que vergüenza! Así de frágil es mi espíritu revolucionario!

Sin embargo disfruto mucho de esos momentos en que por azar uno termina compartiendo la vida con gente que de otro modo nunca hubiera conocido. Mi compañero de viaje del trayecto Huaquillas-Quito, Marco, era un señor que en un principio me fastidió bastante. Era de esas personas habladoras que desde que te ven ya te quieren averiguar toda la vida y en dos minutos ya son tu mejores amigos. Durante las primeras horas decidí ignorarlo, al pobre ya le salían letreros, estábamos en el primer paro, no había nada que hacer y yo concentrada leyendo Crimen y Castigo. Viéndolo tan aburrido me compadecí y empecé a hablar con él. Resultó ser muy buena persona, me contó toda su vida, me mostró las fotos de su familia, tenía el celular lleno de fotos de las hijas en el parque, en el salón de clases, en la cama recién levantadas, en la cama al acostarse. Sí, en efecto era un poco intenso, pero buena gente.

En el puesto junto al nuestro iba otro señor que llevaba cinco canarios dentro de una cajita de 10 cms de alto por 20 de largo. Todo el viaje fue sufriendo por sus pajaritos, no había llevado alpiste suficiente para tantas horas. No hallaba que hacer el pobre, en los paros se bajaba a recorrer los alrededores para ver si encontraba algo, finalmente los estuvo alimentando a punta de agua durante las veinte horas de viaje. Lo curioso es que a pesar de su evidente preocupación reboleaba la caja en la que estaban los canarios sin ninguna compasión, la ponía en todas las posiciones, vertical, ladeada, sobre los morrales, la bajaba al piso, la subía a la silla. No quiero saber en qué estado llegaron los pobrecitos!

Este mismo señor tomó la vocería de los pasajero e hizo que nos pusieran una película para que las horas de espera no se hicieran tan largas. Él mismo sacó una de las películas que traía y pensando especialemnete en mí, en que yo era colombiana, puso una que se llamaba El Imperio de la Coca si mal no recuerdo. Que película más horrorosa, trataba de ser un reflejo de la realidad nacional, todo estaba absolutamente estereotipado, el guerrillero mamerto, el guerrillero malo remalo, el para costeño-turco, el narco de cadena de oro y la niña humilde víctima de todos. Todo esto además personificado por unos actores que daban lástima.

Todo el bus se paraba a hacerme preguntas "¿ay pero eso es así tan terrible en Colombia?", "No que peligro!" Cada quién tenía su comentario, yo sólo me limitaba a decirles, "bueno eso es una película, no todo es así", pero ellos quedaron absolutamente aterrados y felices de vivir en Ecuador y no en Colombia.

Yo pensaba quedarme un día en Quito, pero cuando llegué estaba muy cansada y ya sólo quería llegar rápido a Colombia. Es extraño lo que se añora, éstaba en el bus que me llevaba de Quito a Tulcán y yo sólo quería ir en un Expreso Bolivariano*...

* Es la compañía de buses más conocida en Colombia


diciembre 30 de 2006

Tumbes

En el viaje de Lima a Tumbes me terminé haciendo amiga de mi compañero de puesto. Compartimos comidas, comentamos las películas que nos pusieron en el bus, me regaló un almanaque y me ofreció llevarme en el taxi que él cogiera hasta la frontera con Ecuador porque según me dijo si me fuera yo sola los taxistas me iban a querer cobrar mucho más de lo que en realidad costaba el trayecto.

Cuando se llega a Tumbes hay que recorrer unos 15 kilómetros hasta Aguas Verdes donde está el puesto de migraciones peruano y luego otros 5 hasta Huaquillas que ya es el lado ecuatoriano.

Yo me acordaba que Simón me había dicho que esa frontera era especialmente fea y Víctor, un amigo peruano de la escuela de cocina me lo repitió antes de salir de Buenos Aires, por eso estaba feliz de tener amigo que me acompañara.

Llegamos a Tumbes, y me subí con mi amigo y sus mil bultos en un taxi de un señor del que parecía era ya conocido, ellos dos adelante y yo atrás. Empezamos a andar por la carretera hacia Aguas Verdes y no sé por qué, empecé pensar que era muy confiada de haberme subido en un carro con dos señores que a penas conocía en un lugar completamente extraño. Antes de llegar al puesto de control peruano mi amigo me hizo cerrar las ventanas del taxi que eran de vidrios polarizados y me dijo

- Usted se baja sella su pasaporte y nosotros la esperamos aquí para pasar a Ecuador

Aquí ya mi desconfianza iba en aumento, por qué me hacía cerrar las ventanas? No sé, ya todo me parecía muy raro. Me bajé del taxi y fuí a sellar mi pasaporte, ahí estaba haciendo mis averiguaciones de cómo llegar al lado ecuatoriano cuando llegó el taxista y me apuró para que nos fuéramos.

- ¡Vamos! ¡que ya te llevamos al otro lado!

Me subí nuevamente al taxi mientras los señores con los que estaba hablando me gritaban

-¡Ojo que ahí están los chorros!

En este punto el corazón estaba a punto de salírseme, no sabía por qué me había subido otra vez ahí. Empecé de nuevo a hacerles preguntas de cómo llegar a la oficina de migraciones ecuatoriana y los dos me daban respuestas diferentes. Finalmente el taxista dijo

-Mira lo llevamos a él a su casa, ahí yo dejo el taxi y te acompaño a que selles tu pasaporte y que compres tu pasaje para Quito.

-Por qué no me lleva primero a mi a migraciones y luego lleva al señor?

Se quedaron discutiendo entre ellos algo que no alcanzaba a oír mientras que entrábamos en Aguas Verdes un pueblo absolutamente caótico, con las calles llenas de vendedores, camiones bici-taxis, todos gritando y tratando de avanzar. El taxista en una de estas calles frenó le dijo algo a un policía y le entregó un billete. A la siguiente cuadra se iba a desviar de la calle principal y ahí aprovechando que una carreta estaba adelante y no nos dejaba avanzar dije:

- Muchas gracias! yo me quedo aquí!

Salté del taxi con mis morralitos casi desmayándome del susto.

No sé si en realidad me iban a hacer algo. Yo pienso en mi amigo, en que en una de las películas que vimos que era de una chica que se disfraza de hombre para poder jugar en el equipo de fútbol del colegio el comentario de él fue "Mire! la niña pudo cumplir su sueño!" Y lo dijo con toda la dulzura del mundo. También pienso en la cara de tristeza que hacía cuando pasábamos al lado de esos desiertos llenos de casitas hechas de estera y cartón y me contaba de los sufrimientos de los muchos pobres de Perú. Y así no lo creo capaz de hacer ningún mal, pero la verdad es que toda la situación fue muy muy extraña.

Todavía temblando fuí sellé mi pasaporte y me subí en el primer bus que conseguí rumbo a Quito.


diciembre 27 de 2006

Saliendo de Lima

En Lima no hay un único terminal central de buses, cada compañía tiene el suyo y por estos días navideños son un desatre total! todo el mundo anda alborotado por irse a su ciudad, salen más buses de los que usualmente salen y la gente lleva más maletas de las que usualmente lleva. Todo lo desmesurado que se imaginen que puede llegar a ser un equipaje se ve materializado aquí. Bultos, camas, arbolitos de navidad ¡parece que viajaran con la casa a cuestas!

Media hora antes de subirse al bus hay que ir a despachar el equipaje. Ahí estaba yo en el medio del caos haciendo la fila para entregar mi maleta mientras me entretenía viendo a un chico backpacker super aventurero con su tabla de surf y su pica de esas que usan para caminar por las montañas nevadas. Estaba bastante bonito él, entonces me puse a pensar que él iba solo y yo iba sola y que seguramente ese iba a ser el día en que mi suerte cambiaría y después de 27 años de bastante viajar en aviones y buses por fin me iba a tocar compartir puesto con alguien churro! Todo esto estaba pensando cuando el señor que iba detrás mío empezó a empujarme con todos sus bultos, me volteo y le digo

-Señor aquí estoy yo, por favor no me empuje.

-Niña no ve que esta es la fila para los bultos y no para subirse al bus? vaya a subirse al bus.

Dijo demeritando mi morralito de viaje que debía ver insignificante al lado de sus mil paquetes.

- Sí, yo sé.

Y me quedé parada haciendo fuerza para aguantar los siguientes empujones del señor que no se quedó tranquilo y cuando llegó mi turno de pasar mi maleta intentó colarse.

-Señor voy yo! permiso!

y lo empujé. Ya toda mi paciencia me había abandonado. Dejé mi morral, me subí al bus y traté de tranquilizarme mientras esperaba a mi chico backpacker.

Toda la gente se empezó a subir pero de él ni rastros, no se subía, podía estar ya sentado en el piso de abajo, yo estaba en el segundo, pero por otro lado yo seguía sin compañero de puesto así que todavía quedaban esperanzas. Se subió más gente y nada, el bus ya estaba a punto de salir y yo seguía sin compañero de puesto, pensé que estaba bien sino se subía mi chico por lo menos iba a ir sola y me podía estirar durante las veinte horas de viaje que tenía por delante. Ya estaba empezando a apropiarme de los dos lugares cuando veo subirse al señor de la discusión, se empieza a acercar buscando su puesto, se acerca más...

-no me puede pasar esto! no por favor!

Se para a mi lado

- Es este su puesto?

- Si niña, no me va a botar no?

Lo único que me quedó por hacer fue reirme... Demasiado absurda toda la situación! Mucha mala suerte!


diciembre 27 de 2006

Lima


La gente peruana es muy muy dulce , son la amabilidad andante. Si les pedía un favor me lo hacían sin dudar un segundo y siempre me quedaba con la sensación de que me querían ayudar más.

La banda sonora de Lima es la salsa, suena por todos lados, por donde se vaya se oye al Gran Combo, la Fania o a Niche, que lo están poniendo de moda nuevamente porque vienen a tocar aqui en una fiesta el día de Navidad. Yo caminaba bailaba feliz por las calles, hace mucho que la salsa no era parte de mis días ¡y que falta que me hacía!

De la ciudad conocí más bien poquito, anduve por el centro todo lleno de construcciones opulentísismas de la colonia, hay unas casas preciosas y unos balcones con unos calados lindísimos. Anduve también por otro par de barrios lindos de casas viejas y grandes, y también por supuesto estuve en la playita. Comí seviche,chaufa, papa a la huancaína, chupe de pescado, bebí pisco, es decir que se cumplió con un par de cosas que tocaba hacer estando aquí.

Pero en realidad la gracia de Lima para mí era encontrarme con Valerio. Llegó el mismo día que yo y se fue hoy tempranito. Una despedida más, ya son demasiadas... Ahora me quedan cuatro días intensos de buses y más buses en los que espero componer un poquito al corazón y prepararlo para los reencuentros.

diciembre 20 de 2006

de Valparaíso y de la ruta Viña-Lima

He tenido poco tiempo pa escribir así que se me quedarán un montón de cosas por contarles de los últimos días porque ahorita tampoco me puedo quedar mucho en este locutorio.

De Chile me quedé con la imagen de Valparaíso como la más linda de todas. Es una ciudad encantadora! Es puerto y el resto de la ciudad está contruída sobre las montañas que bordean el puerto. Se ven casitas y casita de mil colores que parece que con el más mínimo viento se fueran a desbaratar, por fuera están todas cubiertas con zinc, lo que le da una cierta apariencia de decadencia, pero por dentro, me dijo Cricri, son casas enormes con techos altos y salones inmensos. Cada casita de Valparaíso tiene vista al Pacífico. Como todo son cerros hay funiculares así como los que muestran en "Viajes de motocicleta" . Son Preciosos!! Me dieron todas las ganas de vivir ahí, de tener esa vista siempre.

El viernes muy de mañanita me despedí de Cricri, ahí se quedó la última partecita de Argentina del viaje de regreso. Gracias Cricri! Fueron unos días preciosos!


Como la idea es llegar a pasar navidad con mi familia en una finca en Apulo (cerca de Girardot, más o menos cerca de Bogotá) empecé a correr por la Panamericana. Desde el viernes a las ocho de la mañana hasta el domingo a las tres de la tarde que llegué a Lima. El primer recorrido fue Viña- Arica. Hacia el centro de Chile todavía se veían árbolitos y viñas, pero a medida que íbamos subiendo todo se iba volviendo más y más desértico, fueron horas y horas de no ver sino montañas de arena. Todo el viaje amenizado con especiales que ponían en el televisor del bus de A-ha, Modern Talking y André Rieu. Que cosa más increíble ese André Rieu con su bronceado de solarium, su pelo con el blower perfecto y esa sonrisa que parece decir "me estoy haciendo rico gracias a todos estos viejitos de mal gusto"... y es que el público! no! era demasiado! parecía una convención de oyentes de Melodía Estereo.

Arica es la frontera con Perú, es impresionante porque antes de llegar a ella sólo hay arena y arena y de pronto aparece toda esta ciudad... Ahí sólo me bajé del bus y me subí a un taxi con otros cuatro pasajeros para llevarnos al otro lado de la frontera a Tacna y ah{i después de cuatro horas me subí en otro bus hacia Lima. Una de las que iba en el taxi fue mi compañera de viaje hasta Lima. Chela es una señora de unos 56 años que trabaja de niñera y empleada del servicio en una casa en Viña. Me enteré que hay muchas peruanas que hacen eso, en el bus conocí a otras dos señoras que trabajaban en Santiago. Me contaron que con los que les pagan viven bien allá, ahorran y además les mandan a las familias.

Los peruanos están super paranóicos con el tema de la seguridad, Chela me adoptó ahí mismo que me vio porque según ella si iba sola me podía pasar de todo. Antes de que saliera el bus de Tacna se subio un señor con cara de pocos amigos y una cámara de video en la que quedó registrada la cara de cada uno de los pasajeros. La azafata nos dijo "tranquilos es sólo por su seguridad, porque puede haber un asalto o un accidente y que sus cuerpos queden irreconocibles"... Chela quedó pegada al techo y no durmió nada en todo el viaje la pobre, yo de las 18 horas de viaje habré dormido unas 14, en las otras me ví "Virgen a los 40 años" y seguí mirando el desierto por la ventana.

Para los que se quedaron con la preocupación: Sí!!! Belén sí pasó!!


diciembre 18 de 2006

Comienza el regreso

La Cordillera de Los Andes es una cosa muy impresionante! Ayer volando desde Buenos Aires hasta Santiago la ví y quedé absolutamente maravillada! Nunca había visto algo de semejante imponencia! No hay nada que pueda decir que exprese lo maravilloso de ese lugar!

Me imaginaba a Joaquín caminando por esas montañas, luego inevitablemente a los de VIVEN y pensé que si el avión se cayera yo sería una de las que iba a terminar alimentando a los otros. Después de varias noches de despedidas y borracheras por las despedidas no tenía muchos ánimos para caminar por esas montañas y menos en mis havaianas.

El avión no se cayó, llegué a Santiago y ahí me tomé un bus para Viña del Mar donde me esperaba Cricri, mi compañera de casa en Buenos Aires durante año y medio. Fue lindo verla ahí sentadita esperándome porque la tristeza que traía de haber dejado Buenos Aires atrás se me diluyó en la alegría de volverla a ver.

Ayer fue el entierro de este señor. Lo trajeron en un helicóptero a Concón un lugar muy cerca de aquí. Por la noche fuimos con Cricri y su amiga Cristi a una manifestacion que había en la Plaza Victoria en Valparaíso, me impresionó la poca gente que había , la mayoría personas jóvenes, universitarios, representantes de las juventudes comunistas y socialistas. Me impresionó que ni siquiera para hacer las demandas de justicia y de condena a la dictadura se unieron. Y me impresionó aún más comprobar que hay una gran parte de la población muy convencida de las bondades de la dictadura, todavía se oyen frases como "nos salvó de las garras del comunismo!", hoy un alcalde pidió el cambio de nombre de una avenida principal de Santiago para ponerle el nombre del General. En un periódico entrevistaron a varias personas preguntándoles su imagen del innombrable, uno de ellos un peluquero al parecer muy famoso que decía " lo conocí muy bien, maquillé a su señora, su hija y las esposas de toda la Junta Militar. Mi percepción es que eran gente muy humana. Pinochet fue un salvador".

.......... nada que decir... demasiada tristeza ver que todavía hoy el salvarse del comunismo valga más que 3000 muertes.

diciembre 14 de 2006

de exámenes

Ayer hice el último examen de toda la carrera,ya soy una cocinera profesional, se supone...

Estuve una semana y media con exámenes finales y como consecuencia de ello más allá de la felicidad de haber terminado quedé con el estómago destrozado, acabé con una caja entera de omeprazol y unos cuantos rollos de papel higiénico... En mis ventisiete años de vida nada me había puesto tan nerviosa como los exámenes de cocina. El susto que tenía el día que sustenté la tesis de Ciencia Política no se compara al que tenía el día que rendía (así le dice aquí a presentar un examen) Cocina IV.

La clase de cocina la ví los cuatro semestres que duró la carrera y era la materia mas importante de todas. Los profesores se encargaron en cada clase de marcar la distancia entre ellos y los alumnos, entre su habilidad y la poca nuestra, lo que a la hora de los exámenes se convertía en una inseguridad controladora de todos nuestros actos. Poner una olla con agua en la estufa era ya un acto digno de dudar, cortar una cebolla ni se diga! todo podía ser un error fatal merecedor de insultos y burlas.

En los exámenes de los semestres anteriores teníamos que memorizar las sesenta o más recetas que hubiéramos hecho durante las clases porque alguna de ellas las íbamos a tener que preparar. El final de Cocina IV era diferente, te daban un pedazo de alguna carne,una codorniz, cualquier pescado, una panza de cerdo, unas ancas de rana, en fin algo de carne, lo teníamos que identificar, escoger el método de cocción que mejor le quedara a esa pieza, hacerle tres guarniciones y una salsa, todo en una hora y veinte minutos. A simple vista no suena tan difícil, pero ya dasde el tener que reconocer qué carne es la cosa es complicada... A Ariana, una amiga colombiana que estaba a mi lado le tocó una pata de liebre, ella la reconoció, pero menos mal que no fue mi carne porque yo cuando la ví pensé que era una pata de faisán... A Belén, mi amiga mexicana, le tocó un pescado que no preparamos en clase, una caballa, yo sé que existen pero nunca había visto una, Belén tampoco y no aprobó. A mí me tocó una silla de cordero, era un corte que no quería porque no tenía muy claro cómo deshuesarlo, cuando lo ví entré en pánico, se me borraron de la cabeza todas las ideas para guarniciones que habíamos estado estudiando con mis amigas el día anterior, no sé cómo empecé a hacer todo y sobreponiéndome a unas almendras y a una salsa quemadas finalmente presenté un plato: silla de cordero con duxelle, arroz pilaf, chutney de manzanas y peras, chips de batatas y reducción de aceto con miel. Para los no cocineros parece muy elegante, en realidad fue bastante sencillito mi plato, pero fue suficiente para aprobar.

Hoy Belén rinde de nuevo, así que se agradecen los buenos pensamientos pa ella.

besos pa quien me lea

diciembre 7 de 2006


Principio

Hoy empiezo a hacer este blog, me parece buena manera de que se enteren de en qué va mi vida sin tener que repetir lo mismo en mensajes a cada uno.

Ya se me está acabando mi vida porteña, me quedan 7 días más de Buenos Aires y me voy. Desde hace unos días vivo con ataques de amor constante, amor hacia la ciudad, amor hacia la gente que conocí, quiero volver a Bogotá pero me gustaría saber que el irme de aqui no es algo tan definitivo, que voy a volver a ver a la gente que aqui quise, que voy a volver a ver los lugares que me gustaban... No me gusta esta parte de la vida, del crecer, las despedidas que se van a acumulando, los pedacitos de corazón que se van quedando repartidos por ahí...

La frase final de The Catcher in the Rye es "Don´t ever tell anybody anything if you do you start missing everybody"

Pero bueno, también es lindo tener tantas cosas que extrañar.


diciembre 5 de 2006