domingo, 16 de noviembre de 2008

Lima


La gente peruana es muy muy dulce , son la amabilidad andante. Si les pedía un favor me lo hacían sin dudar un segundo y siempre me quedaba con la sensación de que me querían ayudar más.

La banda sonora de Lima es la salsa, suena por todos lados, por donde se vaya se oye al Gran Combo, la Fania o a Niche, que lo están poniendo de moda nuevamente porque vienen a tocar aqui en una fiesta el día de Navidad. Yo caminaba bailaba feliz por las calles, hace mucho que la salsa no era parte de mis días ¡y que falta que me hacía!

De la ciudad conocí más bien poquito, anduve por el centro todo lleno de construcciones opulentísismas de la colonia, hay unas casas preciosas y unos balcones con unos calados lindísimos. Anduve también por otro par de barrios lindos de casas viejas y grandes, y también por supuesto estuve en la playita. Comí seviche,chaufa, papa a la huancaína, chupe de pescado, bebí pisco, es decir que se cumplió con un par de cosas que tocaba hacer estando aquí.

Pero en realidad la gracia de Lima para mí era encontrarme con Valerio. Llegó el mismo día que yo y se fue hoy tempranito. Una despedida más, ya son demasiadas... Ahora me quedan cuatro días intensos de buses y más buses en los que espero componer un poquito al corazón y prepararlo para los reencuentros.

diciembre 20 de 2006

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