lunes, 20 de julio de 2009

20 de Julio

Me molesta esta fiesta patria. Me produe aversión este nacionalismo de apellido uribismo.
¿Qué patria debemos celebrar? ¿Esa de cuatro millones de desplazados? o ¿quizás aquella para la cuál inclusión se traduce en presencia militar? ¿Debo festejar esta patria de los ejecuciones extrajudiciales? ¿Debo lucir orgullosa mi banderita por este país de parapolítica e impunidad?
No, no puedo, hoy me declaro apátrida.

viernes, 17 de julio de 2009

Mi Cali

Cada vez que vengo a Cali vengo a esta misma casa, mi abuelo Pepe la compró en 1971 por 80.000 pesos y se pasó a vivir ahí con mi abuela y sus nueve hijos. De esa casa salió mi mamá cuando se casó con mi papá en 1975.

No hay duda, mi Cali es la casa del barrio Bretaña de mis abuelos, el pandebono de La Mascota o la California, las idas a la galería de la Alameda con mi abuelo, y el paseo de olla a Pance.
Recuerdo a mi abuela Amelia levantada temprano haciendo arepas y asándolas en el patio de atrás. Aunque estaba muy enferma, siempre estaba cocinando para todos, tamales, cucas, panderos. Y la casa siempre estaba llena de gente, llena de niños. Por las noches salíamos todos a jugar golosa en la acera del frente, mi abuela se sentaba en su silla junto a la puerta a vernos jugar, y a conversar con los vecinos.

En 1991 mi abuela murió y la casa se llenó de su vacío. Pero quedó Ruby, la tía mayor.

Ruby nació con un problema en la cadera, así cuando era una niña mi abuela decidió llevarla al hospital San José en Bogotá y allí decidieron que lo mejor era enyesarla de la cadera para abajo y así duró seis meses. Fatales seis meses que le detuvieron el crecimiento para siempre. Ruby se quedo bajita, muy bajita y mi abuela pensando que lo mejor era evitale sufrimientos o, humillaciones no la dejó casar, a pesar de que Rogelio, su único gran amor, pidió su mano varias veces. Así a Ruby se le fueron pasando los años ayudando en la casa y cuidando a sus hermanos.
Toda la experiencia que tuvo con sus 8 hermanos le dan al autoridad para estar criticando siempre la crianza de todos los demás, una de sus freases insignes es "Ay! es que mi mamá siempre se lamentaba! ¡que tristeza! ¡ninguno de mis hijos supo criar a sus hijos!". Sí, criticar es una de las más grandes aficiones de Ruby, y a ratos aburre, pero ya todos en la familia la conocemos y sabemos que lo mejor es seguirle la cuerda y aceptar que todos somos una parranda de resabiados y malcriados.

Pero también fue Ruby la que se encargó de no dejar escpar la vida de la casa cuando mi abuela murió. Ella siguió haciendo tamales y arepas. Armando el pesebre cada año y organizando las novenas para los niños del barrio. Ruby sigue teniendo la casa llena de maticas y se alegra con cada orquidia que florece así como se hubiera alegrado mi abuelita.

Venir a Cali es un poco como devolverse en el tiempo, aunque el tiempo pase y Ruby lo note. Hace diez años me decía "mi niña, ahora no se ponga a tener novios, concéntrese en los estudios y salga adelante por usted misma, ¡sea toda una profesional! ¡ahora nos se ponga con pendejadas!" Mientras que en los últimos dos días me ha dicho por lo menos cuatro veces " Mi niña. le voy a dar un consejo, ¡cásese jóven y tenga hijos pronto!"

Sí, el tiempo ha pasado.

jueves, 2 de julio de 2009

Cortos 2

Aquí va otro con el que me destaqué como la espectadora más escandalosa de la sala con una incontrolable risa nerviosa.
Se llama Spider y es de Nash Edgerton.