domingo, 16 de noviembre de 2008

Mentiras perversas

Rodearme de los altos mandos de este país ha sido una de las experiencias más desagradables de mi vida. Los ví la semana pasada en un congreso sobre desplazamiento forzado y en un foro acerca de los derechos de las víctimas sobre las tierras que les quitaron los paramilitares.

Fueron dos días consecutivos de escuchar una mentira tras otra; decían: "los desplazados sólo tienen que registarse e inmediatamente reciben la atención del Estado", y en mi cabeza se oía un: ESO ES... MENTIRA. "El Estado garantiza el retorno de los desplazados a su tierra", ESO ES... MENTIRA. "Gracias a la política de seguridad democrática hay 43.000 personas armadas menos en el país", ESO ES... MENTIRA. y así iban construyendo sus discursos poniendo una mentira sobre la otra.

Había tres tipos de funcionarios y no sé cuál de todos es peor: los que engañan y son plenamente conscientes de que lo están haciendo; los que engañan porque son incapaces de ver el mundo más allá de sus cifras y creen en una realidad inexistente; y los muy muy idiotas
que no alcanzan a entender mínimamente la situación nacional y leen discursos sin saber lo que están diciendo, sin medir la incoherencia y la capacidad de ofender de sus palabras.
Dentro de este último grupo estaría el vicepresidente quien empezó su discurso diciendo " Un día llegó a mi oficina un italiano que había trabajado en Darfur y me preguntó que dónde estaban las carpas, yo le pregunté que cuáles carpas y él me dijo, pues las de los refugiados! Tuve que contestarle que no, que aquí la situación no es de esas dimensiones"...

A mí se me revolvía el estómago de la indignación, de la rabia, de la impotencia. Pero yo tengo casa, tengo una cama muy cómoda a la cual llegar todas las noches y no he pasado hambre ni un sólo día de mi vida. No me alcanzo a imaginar lo que sentían las decenas de desplazados que estuvieron dos días enteros escuchando sobre lo favorable de su situación en el mundo paralelo de los funcionarios públicos, cuando en la realidad puede que no duerman en carpas, es verdad, pero sí en la calle.


julio 29 de 2007

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