viernes, 12 de agosto de 2011

derrotada pero esa sonrisa vale más

Usted me mira sin poder ocultar su incomodidad por mis lágrimas, y através del vidrio que lo protege de mí, me dice, que solo tengo que solicitar una visa, que es muy sencillo, que solo necesito una foto y 90 francos, 112 dólares, 82 euros, 208mil pesos.Es probable que para su sueldo de burócrata eso no represente nada, para mí, estudiante de filosofía, eso representa casi la mitad de mi ingreso mensual. Es la tercera visa que pago en los últimos 3 meses. Sacarme la foto, registro de las incontables lágrimas derramadas durante el día, me cuesta 8 francos, 10 dólares, 7 euros, 18mil pesos más.
Incapacidad de ponerse en el lugar del otro es el prerequisito del funcionario público. ¿Por qué tendría que importarle mi historia, o, la del señor que grita desesperadamente a su impávido colega en el módulo de al lado? ¿Por qué tendría que importarle mi frustración, mi tristeza, los planes no realizados, mi sensación de desarraigo?
Señor burócrata, hoy su sistema ganó; hoy convenció a una inmigrante más que no tiene nada que hacer en su país. Tras seis meses de estar viniendo a esta oficina intentando hacerme un lugar en este lado del mundo me declaro derrotada. Está bien, no quiero encerrar mi libertad en estas fronteras, me iré a buscar otras menos rígidas. Me rehuso a sentir que mis posibilidades de ser dependen de las posibilidades que ustedes tienen planeadas para mí, inscritas en las leyes de su ciudad, de su cantón, de su país. La neutralidad de la que se vanaglorian no es más que apatía y comodidad.
Hoy le compro por última vez mi libertad. Le deseo una vida feliz en su encierro, en su paisaje diario de códigos y procedimientos calculados tan lejanos de las sonrisas limpias de solidaridad como la que me acaba de dar el inmigrante marroquí que salió por esa puerta.

1 comentario:

el Dactilo dijo...

...y por las vueltas de la vida, hoy, meses después, a este lado del mundo, de alguna manera también estamos al otro lado de la ventanilla... el de los burócratas.